El otro día estuvieron a punto de atropellar a nuestra amiga y colaboradora de T’acompanyem M. Carmen en Barcelona cuando la silla de ruedas que se ve obligada a llevar desde hace pocos años se quedó parada en un paso de peatones por una avería del motor.
La silla en cuestión no ha dejado de averiarse y darle problemas desde que la adquirió el año pasado.

Se trata de un modelo OGI URBAN 600 adquirido en ortopedia LABORTEC y distribuida por la empresa OGI. Pese a que la ley actual obliga a cambiar por completo un producto que ha salido defectuoso nuestra amiga se ve obligada a reclamar una y otra vez ante la ortopedia y la distribuidora sin resultado alguno hasta la fecha.
La respuesta por parte de esas compañías empieza a ser sospechoso y ella se plantea emprender acciones legales.

Solicitamos máxima difusión de esta publicación por lo que consideramos un claro abuso de posición y de falta de respeto al consumidor.
Muchas gracias a tod@s.

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